¿Por qué Buda se limpia la lengua nada más despertarse?
La jornada de un monje comienza con la limpieza. Barren el interior del templo, el jardín, y friegan el suelo de la sala principal. No limpian porque esté sucio o desordenado sino para librar al espíritu de cualquier sombra que lo nuble.
Pero antes de este proceso externo diario, realizan uno más personal, el de lavarse bien la lengua, dientes, cara, nariz, orejas y brazos. Coincide con la rutina diaria de Ayurveva, el Dinacharya, y es que dicen que Buda fue un practicante de la filosofía Ayurveda, ayudando a propagarla por el mundo. Por eso estamos seguro que Buda se limpia la lengua nada más despertar 😉 Los monjes budistas realizan este hábito como una forma de purificar su espíritu, para ver, tocar y hablar con toda su pureza. Ahora bien, las palabras no son simples sonidos que se pierden en el aire. Las palabras son energía, fuerza, vibración positiva o negativa, que influye para bien o para mal, primero en quien las pronuncia y después en las demás personas que las escuchan.
Después de una larga noche, a partir de 6 horas se produce la placa bacteriana que se ha acumulado toda la noche tras la ausencia de saliva, y el proceso de desintoxicación del cuerpo. Esta placa bacteriana, llamada ama (toxinas) en Ayurveda, es imprescindible a nivel salud deshacerse de ella antes de desayunar, pero a nivel energético como bien saben los monjes, es esencial y un respeto hacia la comunicación del nuevo día que tienen que transcurrir.
“Lo interesante del proceso de la comunicación es que nos permite tomar conciencia de que las palabras que salen de nuestro cuerpo, ya sea en forma escrita, hablada o cantada, vuelan en el espacio cargadas del eco de otras voces que ya antes de nosotros las habían pronunciado. Viajan por el aire bañadas de saliva de otras bocas, de vibraciones de otros oídos, del latido de miles de corazones agitados. Se cuelan hasta el centro de la memoria y ahí se quedan quietecitas hasta que un nuevo deseo las reanima y las carga de energía amorosa. Ésa es una de las cualidades de las palabras que más me conmueve, su capacidad para transmitir amor. Las palabras, al igual que el agua, son unas conductoras maravillosas de energía.” Laura Esquivel
¿Cómo empiezas el día?
Empezar el día energéticamente preparada y mentalizada para soltar al mundo una buena comunicación y pensar cada vez que decimos algo es obligación nuestra moral, así cumplir el fin de lo dicho. Cada uno de nosotros tendríamos la capacidad de hacernos más honorables, sobretodo con uno mismo, que es la relación que tenemos que mantener más difícil, emocionante y significativa de toda nuestra vida. ¿Quieres que esas palabras estén cargadas con toda su fuerza vital para enriquecer tu comunicación? Dale al limpiador de lengua como rutina de salud y consciencia, Buda se limpia la lengua nada más despertar 😉 ¿Y tú?
¡Y qué mejor forma limpiarse la lengua con una pasta de dientes casera!
Laura